No es para menos, el campesino alpaquero de Perú vive una gran frustración por los vergonzosos precios asignados a la fibra de alpaca por parte de las empresas monopólicas; este costo, no responde en lo mínimo a la realidad en que vivimos en relación al precio de los productos de primera necesidad (arroz, azúcar, fideos, maiz, chuño, carne, leche, coca y otros) que son de prioridad en el campesinado. Pero, un día ha de acabar este dramático e indolente caso que imponen las exportadoras de la fibra de alpaca a los indefensos hombres del ande dedicados al pastoreo. Tienen que vender 2 libras de fibra de alpaca para comprar 1 libra de coca, maiz u otro producto que son de preferencia campesina.
Si hablamos de lana de ovino, la cosa aún es mas desventajosa, esto no solo es frustración, es crimen establecido por el Estado en contubernio con las empresas monopólicas en la exportación de los productos tradicionales.